11 mar 2007

Delfín: 15 minutos de fama



El fenómeno de Delfín hasta el fin se lo puede leer desde distintas perspectivas: sociológica, mass mediática, antropológica… desde el discurso, hasta su música. Su popularidad es conocida y reconocida, inclusive más fuera de su país, como recientemente, en Chile y Argentina, que en su propio Ecuador. En Chile ha llenado escenarios, ha firmado autógrafos, ha dado entrevistas, ha sido invitado a programas de TV y su éxito ‘Torres Gemelas’ es coreado de memoria por jóvenes y adultos. Según estadísticas de la prensa el vídeo (en YouTube) de su tema promocional ‘Torres Gemelas’ llega a las 300 mil visitas. Su weblog ha recibido 164 mil visitas y cerca de 1.900 cibernautas vistan su página diariamente. Sin embargo, tengo mis dudas sobre si Delfín pueda mantenerse en la "cima" por largo tiempo.

Warhol dijo que cada persona tiene sus 15 minutos de fama y eso es lo que le está ocurriendo a nuestro Delfín. Ignoro cómo Delfín ha asimilado su ‘boom’ mediático, pero sé que la satisfacción y la recompensa también son mediáticas. El mundo mediático (TV, Radio, Revistas, Internet) no paga. No es benevolente con sus víctimas/estrellas (productos de un público ávido de productos mediáticos); los eleva a la categoría de Príncipes de cartón para luego desecharlos al basurero de los famosos, para ser reciclados o, en el peor de los casos, olvidados en los depósitos de la chatarra mediática. Con esto no quiero decir que lo que nuestro Delfín Quishpe hace esté mal o que no se lo merezca. Una persona no llega a donde él esta solamente por causa de los medios de comunicación, él tiene talento y también es suyo el crédito. Pero lo que sube como la espuma, baja también como la espuma. Espero que nuestro artista esté preparado si se diera esta posibilidad; o de lo contrario, que cambie su estrategia para no convertirse en una figura más del limbo de los artistas olvidados.


Otra razón, según mi teoría, de la popularidad de Delfín (especialmente, gracias a su tema Torres Gemelas) es el sentimiento, sensación, síntoma o síndrome anti-estadounidense, anti-bush, anti-guerra-Irak, anti-matanza-civiles-MedioOriente. El cúmulos de sensaciones que representa el 11 de septiembre (atentado que se llevó la vida no sólo de estadounidenses, sino de personas de todo el mundo) sigue siendo una herida abierta para la humanidad (testigo de su propia atrocidad) que provoca reacciones. La popularidad y buena acogida de Delfín por los latinoamericanos se debe también a este fenómeno (el otro es la acogida por todo lo nuevo).

Su canción (y el vídeo) ‘Torres Gemelas’ resultó ser el detonante perfecto para su popularidad. Desde otro ángulo, resultó ser la estrategia perfecta para posicionarse a nivel internacional (valiéndose del cúmulo de connotaciones del 11 de septiembre) y congregar seguidores; y para hacer dinero también…
Si esa fue su intención, Delfín es un genio del marketing y tiene olfato para los negocios y el mundo del entretenimiento. Si no lo fue, es solamente una víctima más de empresarios codiciosos que pegaron una y quieren sacar el máximo provecho de ello. Otra alternativa sería que Delfín, simplemente, tuvo suerte y está viviendo sus 15 minutos de fama. Algo que nunca esperó que sucediera y pasó (como casi todo lo bueno que nos pasa y que hace que sea bueno) promovido por su trabajo y ansias de triunfar.

Por todo esto, Delfín ¿hasta el fin? es otra cortina de humo lanzada desde el mundo del entretenimiento (y aprovechada por la globalización del Internet) para nublar nuestra vista.

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